Discreción
Y
es que nunca se le dio bien la cocina, vestía como un primor, tenía
buena mano para el jardín,
pero la cocina, fatal. A veces me llamaba
bien entrada la noche para preguntar cómo se hacía
éste o aquél
plato y daba igual que le contara, o incluso le anotara, con todo
lujo de detalle los
pasos a seguir, siempre se equivocaba en algo, y
la comida a la basura.
Sería
algo en mal estado o quizás setas venenosas, que ya se sabe lo
atrevida que es la gente.
Que dejó una nota? Y, no es que pretenda
ser indiscreta pero ¿podría decirme que ponía? Ah!
claro, claro,
no se preocupe señor agente, vaya, vaya a cumplir con su deber.
Como
lo oyes, que te digo que lo mató. Si le hacía la vida imposible y
los cuernos...qué te
podría contar. Ella lo aguantaba todo, hasta
que la llamaron del banco. El blanco de mi vestido de
novia se
quedaba oscuro comparado con su cara mientras le decían que sus
cuentas estaban en
números rojos. Salió como alma que lleva el
diablo y allí me quedé yo, con el pato a punto de
meter en el horno.
Lémbrame a Suso de Toro, éste creo que xa o lera :)
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