martes, 2 de abril de 2013




Ingredientes

   Resultó ser el mejor panadero de la región. Y también la prueba viviente de que las apariencias

 engañan. Alto, con apenas carne que sujetara sus huesos, a simple vista parecía que no había 

 comido caliente en mucho tiempo. A los pocos días de llegar, el olor inconfundible del pan se

 coló por las ventanas de todos los edificios del barrio. Un tierno aroma que recordaba los

 quehaceres maternos alrededor del horno. A pesar de su endeble figura, poseía una energía

 infatigable que le acompañaba desde la madrugada hasta bien entrada la tarde. El sabor de aquel

 cotidiano manjar nos cautivó por completo. Esperábamos ansiosos la hora de apertura para

 saborear los bollos tempraneros. Era un hombre tímido y de pocas palabras, apenas se

 relacionaba con nadie excepto a través de sus deliciosas hogazas. Entre las variedades de pan

 con las que nos deleitaba había una que, sin ninguna duda, era la estrella. Un bollo con semillas,

 mezcla de trigo y centeno con unos cortes en el centro que, según rezaba en un pequeño cartel

 del mostrador, no era apto para el consumo de menores por contener entre sus ingredientes un

 licor de alta graduación.
 
        Llegaron de madrugada con las sirenas encendidas y el alboroto fue tal que en poco tiempo 

la calle se llenó de gente en pijama y zapatillas. Lo acusaron de un delito contra la salud pública,

 Juvencio usaba una generosa cantidad de marihuana en el bollo de semillas.






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