Soledades
La
primera vez que vino se mostró sorprendido por todo cuanto había en
la tienda. Habló
poco
pero su rostro reflejaba regocijo por todos los tesoros que iba
descubriendo.
Parecía
comprender la historia de cada objeto que le rodeaba. Luego lo supe, podía leer
en
los pliegues que el tiempo dibuja a su paso. Regresó tres veces y en
cada visita
compraba
alguna historia con diferentes formas. Un cuaderno de bocetos, una
cámara
de fotos...
reliquias de otras vidas. Sólo cuando pasaron los días y su
presencia no volvió
a llenar
la vieja estancia, comprendí que era un ladrón, robaba la luz allá
donde la
hallaba, desde
entonces mi vida era más sombría.
:)
ResponderEliminarlelia
precioso :)
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