martes, 1 de abril de 2014
Fronteras
Por su aspecto se podría decir que la vida le trataba bien, la vestimenta era pulcra
y no desentonaba con la moda del momento. En su rostro se perfilaba una mediana
edad vivida con moderación, sin que la tristeza o una alegría desmedida hubiesen
dejado improntas destacadas. En conjunto transmitía cierto desinterés por todo cuanto le
rodeaba. Por eso el asombro fue absoluto cuando, en un rápido gesto, de debajo del bien
cortado abrigo, descubrió una escopeta de repetición y sin dar tiempo a un suspiro
abrió fuego contra las numerosas señales de prohibido que abarrotaban la frontera.
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A escopeta é rara, pero o conto é genial como sempre ;)
ResponderEliminarjaja, nunca oíche falar de escopetas de repeción? :D
EliminarNunca :D por iso che decía que era rara ;D
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