jueves, 7 de enero de 2016





          Por mayoría

  En la plaza no había un alma hasta que llegó Gumersindo. 

Sabíamos que era él por el megáfono que sobresalía

del gran chubasquero verde que le cubría por completo.


   “Se haace sabeer  que en el día de mañana a las trece horas en la

plaza mayor de Aguaonada, se procederá a la ceremonia de 

clausura de la temporaaada dee lluvias. Al día siguieeente, a la 

misma hora, una vez el firme esté seco, comenzarán las fiestas de  

la sequíaaa. Este año, como se acordó en la última asamblea, el

tiempo seeco se mantendrá durante dos meses”


 Se escuchó un gran aplauso en la plaza. Salimos tod@s a los 

balcones batiendo palmas gritando a coro: ¡Viva Aguaonada! ¡Viva

 Aguaonada!

lunes, 4 de enero de 2016

   


          Los muros



  Tanta perfección acabó con sus sueños, los quería bonitos,

grandes, de colores. Con este aquí, aquélla allá. En su mente lo tejía

todo hasta el más mínimo detalle, todo grande y bueno, brillante,

perfecto. Se olvidó de hilvanar el día a día. Y exigía, y trabajaba.

Y recolocaba lo que otros hacían mal y se agotaba. Cuando no tenía

fuerzas se dejaba llevar por el aire caliente del sur. Y cansaba a los

demás. Todo acabó siendo tan imperfecto, que no lo pudo soportar.

Entonces empezó a vivir.